Acabo de ver algo tan, tan, tan hipócrita, que he tenido que encender el ordenador corriendo, antes la necesidad que he sentido de escribirlo para mostrar, una vez más, lo indignada que estoy con la humanidad.
Estaba viendo un telediario, sí, esos programas "informativos" que dedican 10 minutos a repasar la vida de los famosos, a pasarelas de moda, a política... al mismo tiempo que sus informes sobre catástrofes tan tristes como son Haití, el tornado que acaba de pasar en Sudamérica, (que se ha llevado consigo muchísimas vidas, y ha dejado a mucha gente herida y en la calle; sin casa, sin padres, sin hijos, sin hermanos...) apenas duran un minuto.
Cada vez oigo la palabra "catástrofe" en esta caja tonta, me suena tan vacío...
Cada vez que oigo las cifras de heridos dichas por unas voces tan indiferentes, sintéticas, y casi robóticas...
Siento que cada vez tengo más ganas de que lo de 2012 sea cierto.
En fin. Estaba viendo el telediario, y de repente muestran un vídeo de un grupo como de, ¿30 personas?, tirándole del rabo a un toro, fustigándolo, pegándole, intentando montarse encima, pateándolo... En resumen, una gran representación de cómo ni siquiera los propios animales actúan. Sublime.
El pobre animal no tenía fuerzas ni para defenderse, ni para cornear. Uno de ellos estaba tirado en el suelo, inmóvil.
Luego, el hombre que narraba la noticia dijo, casi con pesar:
"Este año no habrá más fiestas de toros"
"Esperemos que así, se paren estos actos violentos y vandálicos"
Y justo entonces pensé: ¡Vaya cara dura!
¡Pero qué HIPOCRESÍA! ¡Tendrían bien ganado ese adjetivo en la antigua Grecia!
¡Me sangran los oídos al oír eso, y los ojos me lloran sangre, al ver tal crueldad! ¡Al ver que esa escoria, SE ESTABA RIENDO MIENTRAS MALTRATABAN AL POBRE ANIMAL! ¡Y luego ver que dicen ESO! Para rematar el asunto...
¿Cómo puede ser? ¿Cómo puede ser que se atrevan a emitir una noticia así, y después quedarse tan panchos? Pero lo peor es, ¿cómo puede haber gente que no se de cuenta de esto?
Gente que diría: "¡Oh, gran cadena es la X, pues denuncia el maltrato animal! ¡Qué bien!"
¡SÍ, CÓMO DENUNCIA EL MALTRATO ANIMAL!
¡Me parece que ya somos todos bastante conscientes del maltrato al que se somete a los animales cada día! ¡Pero nos limitamos a mirar a otro lado! ¡Los más crueles piensan: "Sólo son animales"! ¡Otros se limitan a quejarse sólo cuando lo ven en las noticias! ¡Oh, qué justos sois!
Y ahora, mi pregunta al presentador sería:
¿Y entonces, qué pasa con todos esos toros muertos en las corridas de toros?
Esos toros, no están siendo maltratados, ¿verdad?
A esos toros, no. A esos toros no les dan patadas, no les tiran del rabo, no les pegan. Sólamente les clavan aceros en sus columnas hasta morir, sólo los torturan poco a poco, sólo los hacen vomitar sangre, sólo les hacen pasar a través de un infierno de agonía lenta hasta que terminan muriendo, con el fin de entretener al público.
¡Luego, éste mismo informativo, emitirá una "magnífica"
matanza de toros (perdón, corrida) llevada a cabo por profesionales y magníficos
asesinos (perdón, toreros) que exhiben sus trajes de luces, sus capas y banderillas, igual que un verdugo exhibiría su hacha! ¡Y la gente los aclama!
Y ahora, ¿dónde queda ahí el maltrato? ¿La tradición no es maltrato? ¡Es una absoluta contradicción!
¿Primero denunciamos el maltrato, y luego lo promovemos? ¡Por favor! ¡Me dais ganas de vomitar!
Por no hablar de toda esa gente que está en contra de que se prohíban las corridas de toros... Pero eso es ya una historia que seguro que sabeís todos los que me leeréis en esta entrada. Y sabéis, que si tuviera que escribir sobre esos bastardos, se me acabarían los caracteres.
¿Sabéis? Hace poco un perro fue abandonado aquí, en Jerez. Concretamente por una escoria (perdón, persona) de mi instituto. El labrador permaneció durante tres días y dos noches en la puerta del instituto, esperando a su amo, quien, según me han dicho, incluso le propinó una patada una vez.
La gente empezó a reunirse en la puerta al tercer día. Todos estaban preocupados por el perro.
Todos le daban de comer. Todo el mundo quería llevárselo. Al tercer día.
Al tercer día, terminó llevándoselo una chavala a su casa.
Juzgad vosotros. Y a lo mejor entendéis porqué lo relaciono con esta hipocresía de la que hablo.
Sobre el niño que lo abandonó... Sí, le le insulté desde lejos. Tenía muchas ganas de decirle muchas cosas, pero al mismo tiempo no quería decirle nada.
¿Hacerle daño? El daño ya estaba hecho.
Y no me acerqué para decirle cuatro cosas.
¿Por qué?
Me daba
lástima. Porque sé, que las personas así, nunca serán capaces de amar.
A ninguna criatura.
Sólo a ellos mismos. Y eso es muy triste.
No hacía falta que yo le hiciera daño con unos simples insultos que, seguramente, no le afectarían.
No hacía falta. Ese daño, le será hecho a lo largo de su vida... día tras día.
