"Bien me lo hicisteis a mí. Me arrancasteis de los brazos de mi madre como dos monstruos en un cuento de hadas...¡Y ahora lloras!. No tienes lágrimas suficientes para lo que me has hecho."
"Ella miró en derredor y dijo que era una habitación muy bonita, muy bonita, pero que quería a su mamá. Él sacó un peine y empezó a peinarla, con los rizos en la mano para no tirar de sus cabellos; su pelo se desenredó y parecía de seda.
Era la niña más hermosa que yo jamás había visto y ahora deslumbraba con el fuego frío de un vampiro. Sus ojos eran los ojos de mujer. Se volvería blanca y solitaria como nosotros, pero no perdería sus formas. Comprendí ahora lo que Lestat había dicho de la muerte, lo que significaba.
-Tu mamá te ha dejado con nosotros. Ella quiere que seas feliz -decía él con una confianza inconmensurable- Ella sabe que te podemos hacer muy feliz.
-Quiero más -dijo ella, mirando el cadáver en el suelo.
-No, esta noche, no. Mañana por la noche -dijo Lestat."